El bombeo solar es un sistema cada vez más utilizado que se ha convertido en una gran alternativa al bombeo tradicional apoyado en la red eléctrica o en un generador alimentado por combustible. Este sistema es más limpio, eficiente y requiere de un menor mantenimiento, por lo que su uso se encuentra en plena expansión.

¿Qué es el bombeo solar?

Este término hace referencia al bombeo de agua mediante el uso de una bomba hidráulica propulsada por paneles solares. La base del sistema es idéntica al tradicional, el agua se impulsa en una dirección, pero difiere en el combustible necesario para dar potencia a la bomba, en este caso, el sol.

Las partes que conforman un sistema de bombeo solar

Este sistema cuenta con varios elementos imprescindibles para el correcto funcionamiento del sistema. Cada instalación es única y en función de las necesidades de potencia y caudal será necesario un mayor número de paneles o bombas más potentes, pero estos son los elementos estándar de una bomba solar:

• Paneles solares: son los encargados de obtener la energía del sol. Al recibir la radiación solar la convierte en corriente continua.
• Bomba solar: es una bomba especialmente diseñada para poder alimentarse de la corriente que generan los paneles. Existen una gran variedad de opciones como sumergibles o de superficie, centrífugas o helicoidales, entre otras.
• Controlador: Situado entre los dos componentes anteriores, es el encargado de gestionar la energía y optimizar el rendimiento del sistema. Se encarga de mantener la seguridad del conjunto del sistema.

Estos son los elementos principales que conforman una bomba solar. Todos ellos son importantes y se pueden adecuar sus prestaciones al conjunto del sistema.

Las posibilidades de la bomba combinada

Apostar por un sistema de bomba solar no implica necesariamente realizar el cambio de la bomba en sí misma. Se puede mantener la bomba convencional y alimentarla de los paneles solares. Para poder llevar a cabo este sistema es necesario un variador de frecuencia. Este elemento se encarga de reducir el pico de arranque de la bomba y transformar la energía continua de los paneles en la alterna que usa la bomba.

Para aplicar esta estructura suele ser necesario un mayor número de paneles solares. Si se sustituye la bomba se puede mantener la misma potencia con menos placas.

Los diferentes tipos de bombeo

Estos son los principales métodos en los que se puede aplicar la energía solar para conseguir el flujo del agua:

Bombeo a balsa

Es uno de los sistemas más eficientes para utilizar este mecanismo. Se trata del bombeo de agua a un punto fijo donde se almacena para su uso posterior.

Bombeo con riego directo

En este caso es necesaria una presión determinada y fija en el sistema, esto implica una necesidad de potencia continua. Aquí es donde entra en juego el controlador para mantener la bomba trabajando en el mismo punto con independencia de la energía que reciba. En este caso, la producida en exceso por los paneles se desperdicia.

Bombeo a balsa con riego de gravedad

Es imprescindible que el embalse esté más elevado que la zona de regadío. Al acumularse agua en la balsa se consigue un riego constante hasta de 24 horas al día. Además, la bomba aprovecha toda la potencia que producen los paneles, ya que el caudal de aprovisionamiento sí puede variar.

Campo fotovoltaico

Se mantiene el antiguo sistema de bombas y se instala un campo de placas solares para suministrar energía con un sistema de orientación de placas. Se trata del mismo sistema que al realizar una instalación en un edificio o una vivienda. En este caso es necesaria la colocación de los variadores.

Ventajas de apostar por este sistema de bombeo solar

Esta clase de sistema cuenta con un gran número de ventajas frente a los bombeos tradicionales alimentados por diésel o la red eléctrica convencional. Por todo ello, cada vez su instalación es más común en el sector agropecuario para el riego de campos o el llenado de bebederos desde los pozos.

Ahorro

El combustible que utiliza el bombeo solar es totalmente gratuito. El sol es gratuito y conseguirás reducir los costes eléctricos. Aunque es necesaria una inversión inicial para la instalación, esta se suele amortizar en 6 u 8 años, para un periodo de vida mínimo de 25 años.

Manejabilidad

Se pueden instalar en cualquier punto con independencia de si llega la red. Además, se les puede acoplar conexión a internet alimentada por las propias placas, permitiendo su control de manera remota.

Mantenimiento

Los costes de mantenimiento son muy bajos, ya que son elementos diseñados para estar al exterior y resistir las condiciones meteorológicas.

Emisiones

Se trata de un método respetuoso con el entorno y el medio ambiente porque no genera ningún tipo de contaminación y se alimenta de energía renovable.

Los sistemas de bombeo solar son cada vez más demandados gracias a su baja inversión inicial y la reducción de costes que suponen durante sus años de vida útil. Si estás pensando en implantarlo o quieres más información sobre el auto consumo compartido no dudes en solicitarnos más información.